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EL EVANGELIO
Oración en Getsemaní
Judas Iscariote pudo haber esperado (Lucas 22:6) en la cena el tiempo suficiente para saber a dónde iba Jesús para poder entregarlo a los guardias del templo. Después de la última cena, Jesús llevó a los discípulos al jardín de Getsemaní como solía hacer (Juan 18:2). Luego tomó a Pedro, a Santiago y a Juan y les pidió que velaran y oraran con Él mientras avanzaba un poco más y oraba solo (Mateo 26:36-38, Marcos 14:33). Jesús oró diciendo: “Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. (Lucas 22: 42) Este era el momento que Jesús estaba esperando (Juan 12:17) tanto tiempo y en el momento oró a Dios Padre rogándole si había alguna otra forma de redimir a la humanidad (Mateo 26: 39,42).
Getsemaní significa - una prensa de aceite. Este jardín era un lugar donde los judíos cosechaban las aceitunas del Monte de los Olivos para hacer aceite de oliva. Este aceite se usaría luego en el servicio del templo y para las lámparas. Se utilizaban grandes pesos para prensar y triturar las aceitunas que se destinaban al aceite. Este aceite iba a ser un producto imprescindible en la vida cotidiana de aquella cultura. Se usaba para cocinar alimentos, hacer pan, ungir sacerdotes, reyes, profetas, curar las heridas y embalsamar los cadáveres. Jesús era este olivo que tenía el peso del mundo sobre Él para que pudiéramos ser libres del pecado. Mientras Jesús oraba, estaba en agonía por la anticipación que estaba a punto de soportar. Esto hizo que sus capilares estallaran por el estrés y como resultado su sudor era como gotas de sangre (Lucas 22:44).
“Entonces se le apareció un ángel del cielo para fortalecerlo”. (Lucas 22:43)
Mientras Jesús oraba en agonía, un ángel vino a fortalecerlo para que pudiera soportar: la traición de un amigo cercano Judas (Mateo 26:50), el abandono de sus discípulos (Mateo 26:56), el rechazo del sacerdocio que debería haberlo reconocido como su salvador (Lucas 19:44), la condenación de su nación escogida (Juan 18:40), la ejecución por parte de un gobierno extranjero (Juan 19:11) de la manera más inhumana, estar sujeto a las fuerzas de las tinieblas (Lucas 22:53), la descarga de los pecados de toda la humanidad sobre Él (1 Juan 2:2), la burla burlona (Marcos 15:29), la humillación (Mateo 27:29) y finalmente la separación de Su Padre ( Mateo 27:46). La separación de Su Padre, incluso por un momento, traería la mayor agonía y Él sufriría la muerte como nadie más. (Isaías 53:6)
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